The Big Brother

En una calle perpendicular a Oxford Street hay una pintada que dice: "A country under CCTV" (Un país bajo CCTV (Closed Circuit TeleVision)). Y no puede ser más cierto. Hay cámaras por todas partes. Desde las estaciones a las tiendas, los trenes, los buses, el campus, los alrededores de toda clase de edificios, no puedes dar un paso sin aparecer en el vídeo de alguien que probablemente se está tomando un café en vez de mirarlo. Las cámaras son un elemento tan habitual de la vida cotidiana londinense que los decoradores de esta tienda de ropa de Bank Junction han basado sus escaparates en "los ojos que todo lo ven".

Pero eso no es lo peor, lo más grave es el grado de paranoia que se induce en la gente. En todas las estaciones de tren y metro continuamente se oyen mensajes del tipo: "Nunca deje su equipaje sin vigilancia. Cualquier bulto sospechoso será susceptible de ser retirado sin previo aviso". La versión heavy que hemos escuchado en algunos sitios sustituye "retirado" por "destruído".

Otra perla: el transporte público está infestado de estos simpáticos cartelitos. Traducimos para los profanos: 7 M1LLONES DE LONDINENSES/Si ves/u oyes algo sospechoso/avisa a nuesto personal o a la policía inmediatamente./CONFÍA EN TUS SENTIDOS

Por suerte y por desgracia la vigilancia más estrecha no puede con la estupidez humana. Mientras sacábamos fotos de un precioso atardecer en Chelsea Bridge ha pasado flotando por debajo la prueba de que, a pesar de la advertencia, alguien se ha ido al agua con cartel y todo.

Para alegrar un poco la entrada de hoy os damos también la foto de la puesta de sol (5:50 pm).