sábado, 27 de septiembre de 2008

La gula del norte

El mercado de Borough, uno de los más antiguos de Londres, es un placer para todos los sentidos. Menos mal que hemos ido a las 11 de la mañana y recién desayunados, porque el estómago se revoluciona a la vista -y al perfume- de tanta delicatessen: fruta y verdura de colores vivos y tamaño razonable, pescado fresco o en las más variadas conservas, panes, tartas y pasteles, toda clase de dulces (en la foto aparece un puesto dedicado exclusivamente a las trufas de chocolate), especias, hierbas aromáticas, quesos, embutidos, carnes... Todo lo que un buen gourmet pueda desear se encuentra artísticamente presentado en las callejuelas que forman los puestos bajo las vías del tren. Incluso se pueden degustar ostras vivas si el bolsillo lo permite.
Porque ese es el mayor inconveniente de este paraíso culinario: los precios están muy alejados de la realidad estudiantil, aun contando con una buena beca. Para que os hagáis una idea, en el rincón español el jamón ibérico de bellota estaba a ¡¡250€ el kg!! Por eso la visita debe ser rápida, aunque no apresurada, retirándose a tiempo para no sucumbir ante ningún capricho en particular.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece que el lugar, bajo las vías del tren, no es el más apropiado para tanta cosa rica.
Tendréis que probar esas trufas de la foto para hacer la comparación con "Goya".
Ese paseo con todos los sentidos por el "zoco" aventaja sin duda a cualquier incursión compulsivo-compradora en un centro comercial.
Carmen

Anónimo dijo...

¡Vaya, pues si que parece una visita agradable! Carmen, estoy totalmente de acuerdo contigo: estoy segura de que pasear por ese mercado no tiene precio. Por cierto, ¿y lo de La Gula del Norte como titulo? A mí desde luego me encantan las gulas (y yo utilizo La Gula del Norte... con esa textura tan agradable, ese sabor!!!) y me parecen imprescindibles en la cocina.
¡Cuánta comida rica... se me está haciendo la boca agua!.
Alexandra